miércoles, 4 de septiembre de 2013

Embrunman 2013… Crónica de la 30 edición del mítico triatlón de larga distancia en los Alpes Franceses.

El despertador sono a las 3:15 y con sueño, me encontré con Carlos en la cafetería del hotel a las 3:30, donde habían preparado el desayuno del triatleta. La salida del Embrunman 2013, era a las 6:00, y claro hay que desayunar con tiempo y presentarse en la zona de transición por lo menos con 1 hora y 30 minutos de antelación, para entrar sin problemas y prepararlo todo adecuadamente.

Hasta las 4:15 desayunamos, nos preparamos, cogimos las cajas con las ropa de las transiciones (Casco, gafas, zapatillas, ropa, etc) y salimos en dirección a Embrun. Estabamos a 15 kilómetros de Embrun, pero claro, con esas carreteras, el camino se hace lento.

Carlos y yo llegamos a la zona de transición a las 4:45, y después de aparcar sin problema, colocamos todo lo necesario para las transiciones, y con más o menos 20 minutos de antelación, nos colocamos el neopreno, después de hacer ejercicios articulares y de calentamiento.

A las 6:00, del día 15 de agosto, se dio la salida a la 30 edición del mítico triatlón de larga distancia Embrunman!!!!


Sector Natación del Embrunman 2013:

A las 6:00 se dio comienzo al Embrunman 2013, la salida fue impresionante: noche cerrada, 1500 personas entrando al agua y sin ver muy bien las bollas a bordear. La belleza de la prueba duró 5 minutos, porque empecé a experimentar mi peor experiencia dentro del agua en un triatlón distancia IRONMAN, la gente te daba codazos, patadas, empujones, pero el problema no era que te daban una vez, sino que seguían dándote hasta que tu te apartabas, es decir era una lucha sin cuartel, a mi me llegaron a pasar por encima!!! Esa sensación nunca la había experimentado antes en ninguna prueba, y esta es mi 5ª participación en un triatlón distancia IRONMAN, y llevo también cuatro IRONMAN 70.3. Después de la segunda bolla, me propinaron una patada que me dejo medio ciego y por la cual tuve que nadar a espalda 5 minutos hasta que me pude recuperar. No me rompieron las gafas, pero las consecuencias de la patada se podía ver después de la prueba.


A partir de ese momento en todas las bollas, nadé a espaldas para evitar patadas y ahogos.

Mi objetivo era salir del agua sin agobios y con ganas de poder disfrutar la bicicleta del Embrunman, con el Col d'Izoard en su recorrido. Y pude salir del agua tranquilo, pero después de haber luchado y recibido una buena cantidad de golpes.

Mi tiempo final fue de 1:13:50, dentro de lo esperado y sin una gran carga de fatiga. Con lo que lo tenía todo, para disfrutar con la bicicleta.


Sector Ciclista del Embrunman 2013:

En la sección ciclista del Embrunman, se cubre una distancia de 188 kilómetros, con un desnivel acumulado de 3800 metros y con varios puertos, el más famoso el Col d'Izoard con 2361 metros de elevación.
Con esta información grabada en la cabeza, comencé a pedalear en la bicicleta y subiendo en los 7 primeros kilómetros del recorrido una ascensión que me dejó un poco descolocado, al no dejarme tiempo ni para adaptarme al pedaleo.
El recorrido con la bicicleta era impresionante, el entorno ayudaba y la verdad que los primeros 140 kilómetros eran impresionantes. Circulábamos por un valle rodeado de montañas y con un terreno sinuoso que nos dejaba disfrutar de la bicicleta y de las vistas.
Hasta el principio del Col d'Izoard fui tranquilo queriendo conservar piernas para poder disfrutar los kilómetros finales.

Antes de llegar al Col d'Izoard, subimos varias cotas, pero sin llegar a decir que fueran grandes pendientes. Las pendientes que subimos eran comparables a las que puede haber en la Morcuera. Pero la parte que más me gusto fue cuando pasamos de nuevo por Embrun, después de hacer unos 50 kilómetros por el sur del lago en el que nadamos, y dirigirnos al norte de Embrun al encuentro del Col d'Izoard. Por el paso de Embrun, había una pendiente de unos 300 metros del 5%, que estaba lleno de familiares y amigos de los participantes y formaban un pasillo humano, como los que vemos en las grandes vueltas, y se me puso la piel de gallina al pasar por allí.

El Col d'Izoard lo había subido el martes anterior, con lo que tenia referencias de la subida y la verdad que no se me hizo my duro. Pero es verdad que tiene tres zonas con un desnivel considerable y en los cuales si no te dosificas, puedes pasarlo mal. A mí los kilómetros finales me pegaba viento de cara y la verdad que tenía ganas de que terminara.

Toda la subida estaba llena de gente animando como en el Tour y se hacia muy agradable sufrir con el aliento de la gente a tu alrededor. Una vez coronado el Col d'Izoard, quedaban 80 kilómetros, y la verdad que el recorrido era una trampa autentica, porque metieron dos subidas de unos 5 kilómetros al 11% y 12% mantenido, más la subida final dentro del pueblo de unos 4 kilómetros al 8% y 10% que después había que bajar por el otro lado. El recorrido después del Col d'Izoard no me gusto nada, porque el entorno no era atractivo, además de parecer que la organización metía esas subidas solo por hacer dura la prueba, no porque fuera interesante para los participantes, el entorno era feo y encima no había nadie animando, con lo que en el fondo era un sufrir por sufrir. Todo esto, acompañado del calor sofocante que hacía, no hacía más que invitarnos a beber y beber como los peces en el mar.

La subida final del pueblo, es la responsable de que en lugar de hacer 180 kilómetros hiciéramos 188 kilómetros, además subíamos por una urbanización en la que no había nadie y era muy fea. Yo entiendo que las pruebas hay que hacerlas duras, pero con una finalidad, que te quieran enseñar algo o que el entorno merezca la pena, pero en este caso el entorno era feo y lo único que hacías en esa última ascensión era meter más metros acumulados de subida a la prueba.


Una vez completado el recorrido solo quedaba bajarse de la bicicleta, quitarse el casco y calzarse las zapatillas de correr.

Sector Carrera Pie del Embrunman 2013:

El recorrido se componía de dos vueltas a un trazado de 21 kilómetros, en los que había un ascenso acumulado de 1200 metros en los 42 kilómetros, es decir con 600 metros de desnivel acumulado, en cada vuelta a los 21 kilómetros. Terreno rompepiernas donde los haya, acompañado de un calor que no dejo de acompañarnos durante toda la prueba.

El recorrido de la carrera a pie era muy feo, nos metían en los primeros 4 kilómetros por un bosque, en el que había gente, pero más de la mitad haciendo cosas no relacionadas con la prueba, con lo que te sentías un poco aislado.

La misma subida final que habíamos tenido que subir con la bicicleta, pero por otra carretera, era parte del recorrido de la carrera a pie que nos llevaba a la parte alta del pueblo, dentro del pueblo hacíamos un paso por algunas zonas bonitas, pero después de 1500 metros, volvíamos a descender, en este caso por la misma carretera que habíamos subido con la bicicleta, así que los que estaban terminando la prueba ciclista se cruzaban con los que estábamos corriendo. Después del descenso, nos metían por una zona de parque paralelo al rio, en un terreno irregular y que terminaba en un puente para una persona que teníamos que cruzar. En mi primer paso por este puente, en dirección contraria pasaban una pareja de personas mayores, a las que tuve que dejar pasar, así que os podéis imaginar la imagen dantesca de varios triatletas sudado, que no quieren manchar a una pareja de personas mayores y esperando a que terminen de cruzar el puente para poder cruzar ellos.


Si esta primera parte era fea la segunda parte, hasta la llegada a meta, era todavía más fea. Íbamos por una carretera de continuo sube baja, aislada de cualquier población y en la que solo veías gente penando y sufriendo. La única parte animada era una entrada a una urbanización en la que sí que había gente y se animaba algo.
El recorrido como podréis leer, no me gustó nada, además de estar lejos de la población, era un continuo rompepiernas que no te enseñaba nada y además no tenía ni una sombra para cubrirse del insoportable calor que hacía.

En el final de la primera vuelta, se volvía al bosque que por el mismo recorrido por el que habías salido, te devolvía a la contrameta, para cubrir los primeros 21 kilómetros. Sobre el kilometro 18 tuve un amago de vomito, al tener el estomago tan lleno de geles y agua, tenía que beber para poder superar el calor. Pero puede mantener el tipo.

Los primeros 21 kilómetros los completé en 2 horas y 10 minutos.


En el kilometro 22 y algo, sin poder aguantar más y teniendo el estomago revuelto, tuve que vomitar dos veces seguidas, y esa fue mi perdición. Porque me quede deshidratado y sin nada de fuerzas para poder correr.
En cuento volvía a correr, o lo intentaba, me dolía el estomago y la cabeza de una forma que nunca había experimentado. En el kilometro 23 y pico, después de andar un kilometro me paré en un avituallamiento para beber algo y comer, pero el cuerpo no me lo aceptaba, lo rechazaba.
Os podéis imaginar con que dolor y esfuerzo tuve que subir la cuesta que nos llevaba al pueblo y bajar la bajada que nos devolvía al infierno. Este ha sido mi 5º Ironman y jamás antes había sufrido como he sufrido en este, entre el vomito que me había deshidratado, el estomago que no me permitía beber y el calor que seguía haciendo, solo pensaba en retirarme.
Pero no podía retirarme, Fran había venido conmigo a verme desde Madrid, y en el paso por el kilometro 21, además de hacernos una foto (la podéis ver más arriba), le prometí que esto lo iba a terminar por él en agradecimiento en que hubiera venido a verme. Y una promesa así nunca se puede romper.

Sufrí como nunca antes he sufrido, sin poder correr y solo poder andar con mucho esfuerzo, fui poniéndome metas parciales, me iba diciendo: “venga haz un kilometro más y te paras en el avituallamiento e intentas tomar algo” o “venga que para cuando cruces tal zona o sector hay una pequeña bajada que te ayudara a sentirte mejor”. Con estas metas parciales conseguí ir pasando kilómetros andando, pero muy lento. A partir del kilometro 32 intenté correr, pero cada vez que lo intentaba, me dolía el alma. Así que fui metiendo 40 metros andando y 400 corriendo, 500 andando 200 corriendo, así puede aguantar hasta el kilometro 37, en el que tuve que volver a andar y después de ser capaz de beber algo tener un amago de vomito, en el que no vomite nada y solo me sirvió para tener más dolor. Desde allí anduve hasta en kilometro 40, que entonces pude correr hasta la meta en el esperado kilometro 42,2.

Mi tiempo final en la maratón fue de 5:28:00, contando que los primeros 21 kilómetros los completé en 2 horas y 10 minutos, hice 3 horas y 18 minutos en los segundos 21 kilómetros. De los cuales anduve cerca de 16 de ellos. Esto es probablemente lo más duro que he hecho en mi vida.

100 metros antes de la meta, Fran pudo entrar en el recorrido e hicimos juntos los últimos metros y entrar en meta como dos campeones!!!!!




Mi tiempo final en el Embrunman fue de 13:59:09.

Carlos Sanz consiguió también terminar la prueba. Al final de la misma, Carlos estaba mucho más fresco que yo, que estaba como un alma en pena por allí.

En resumen, una prueba impresiónate, pero que no me ha dejado el buen sabor de boca ni en su organización (leer mi crónica sobre la organización de la prueba), ni en su recorrido en la maratón, ni en los kilómetros finales con la bicicleta.
En su recorrido en la maratón, le faltaba un poco de población y de gente, que parece que no pero siempre acompaña ver algo más que cuerpos sufriendo bajo el sol. Y en la bicicleta, la vuelta del Col d'Izoard a Embrun era un recorrido sin nada que enseñar y lleno de trampas sin nada que aportar.

Un saludo fuerte y nos vemos en el próximo IRONMAN!!!!

3 comentarios:

  1. Está claro que todo depende del cristal con que se mire.Enhorabuena por terminarlo claro está, pero yo tengo otra impresión de Embrunman, al igual que muchos otros, y yo sí animo a la gente a ir, puesto que me pareció precioso,impresionante, mágico, pero a la vez duro.
    Era mi primer iron man,12h30 de sufrimiento y emociones que no podría explicar.Hay muchas cosas positivas y bellas.Todo influye... y si no se tienen malas sensaciones o se tiene un buen día, cualquier carrera puede ser bonita.Un saludo y ánimo

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  2. Hola, tienes toda la razón del mundo, todo depende del cristal con el que se mire. Y si tienes un mal día o una mala experiencia con algo el recuerdo que te queda, no es el mismo que si hubieras disfrutado como un niño con zapatos nuevos.
    Pero no me negaras, que la organización dejaba mucho que desear con respecto a otras pruebas. En la pagina en ingles del Embrunman, no había actualizaciones ni información detallada sobre la localización de los diferentes puntos importantes, véase recogida de dorsal, el tema de poner las bicis sobre unos tubos metálicos en posición vertical, etc. Y del recorrido a pie, a partir de cruzar el puente de madera y correr por el otro lado del rio de vuelta al bosque, no se puede decir que sea bonito, todo lo contrario, no había nadie animando y se hacia feo. En el IRONMAN de Lanzarote pasa también esto, la carrera a pie es muy fea, haces mucho recorrido de la carrera a pie en un carril bici paralelo al aeropuerto, aislado de cualquier población, y no hay nadie animando, y quieras que no esto es un punto negativo para la prueba. Por ejemplo en el IRONMAN de Niza, esto no ocurre, todo el recorrido se hace en población y la verdad que el sector carrera a pie se hace mas bonito por eso. O eso me lo parece a mi.

    Lo importante es ir haciendo pruebas y viendo que es lo interesante de cada prueba y que es lo mejorable.
    Espero que nos sigamos leyendo y que nos veamos en alguna carrera próxima Anonimo, jeje.

    Un saludo fuerte.

    Sergio

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  3. Estas hecho un crack Sergio. Me alegra mucho haberme topado con alguien como tu, que ama el deporte y te transmite esa pasión. El próximo triatlon que haga va por ti, mi mentor. Un abrazo, Antonio

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