Pues sí, hoy quiero escribir sobre las diferencias del entrenamiento de la carrera a pie cuando preparas una maratón o un IRONMAN. Que muchos diréis que son claras, pero muchas veces cuando estas en medio del entrenamiento se te olvida y no está nada mal recordarlo.
Escribo sobre esto, porque en las últimas semanas me ha pasado factura el haber olvidado esta diferencia en el entrenamiento.
Cuando preparas una maratón, con idea de hacer un tiempo en concreto, la preparación debe enfocarse a entrenar por ritmos, y son estos ritmos por kilometro los que te tienen que rondar la cabeza durante la preparación de las sesiones de entrenamiento y durante el entrenamiento. El cuerpo debe acostumbrarse a la carga de trabajo y esfuerzo que representa correr a 4:15 0 4:10 los 42 kilómetros que forman la maratón, por ello se corre a este ritmo en las series largas que se planifican durante el entrenamiento. Y también se debe entrenar a ritmos de 5:00 en los momentos en los que se entrena volumen o se hacen tiradas largas. Esta es la rutina que yo seguí para la maratón de Venecia en la que marque 2:57:50.
Imagino que para la gente que corre triatlones olímpicos, esta rutina de entrenamiento se repetirá. Y siempre hablando de populares como yo, si hablamos de profesionales, esa es otra historia.
Pero cuando preparas un IRONMAN, los entrenamientos de carrera a pie deben centrarse casi al 90% en las pulsaciones. Los ritmos debemos dejarlos a un lado, y deberemos encontrar esos ritmos que nos hagan ir en las zonas de pulsaciones deseadas. Esto es muy importante, y aunque pensemos que más rápido mejor, no siempre es así. En muchas ocasiones te encuentras “bien” y crees que puedes apretar un poco más. Pero es en esos momentos en los que se pierde la visión global del entrenamiento, cuando hay que hacer volumen no hay que batir ninguna marca personal, ni superar a esa persona que te adelanta. Cuando el plan de entrenamiento marque el momento de apretar y subir de pulsaciones, es cuando deberemos esforzarnos y no dejar que nada detenga nuestra progresión.
Esta semana he estado cansado y sin las ganas habituales de entrenar y en buena parte es por lo que os cuento en esta entrada. En las últimas dos semanas he salido a correr, y siempre superaba en algo las pulsaciones recomendadas, intentando acercarme a los ritmos que yo quería. He dejado de pensar en pulsaciones y he pasado a pensar en ritmos. Y hoy he seguido estrictamente el entrenamiento, 1 hora y 5 minutos de carrera a pie con 20 minutos de calentamiento a R1, después una serie larga de 5 kilómetros en R2, y después vuelta a R1 hasta completar el tiempo marcado. Después me he montado en el rodillo 50 minutos haciendo dos cambios de ritmo de 10 minutos a R2 con un descanso de 3 minutos. Hoy he seguido estrictamente el entrenamiento y he terminado muy bien, es decir he notado que he trabajado pero con control en las cargas de trabajo. Esto me demuestra que nunca se debe perder el norte y saber para qué objetivo se trabaja y se debe entrenar.
Espero que vosotros estéis centrados en vuestros objetivos y no os equivoques en mezclar ritmos con pulsaciones.
Un saludo fuerte y nos vemos en la próxima entrada de pulsaciones!!!!!
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