El sector natación no fue mi mejor amigo en el IRONMAN de Regensburg. Pero una vez quitado el neopreno y empujando la bicicleta al punto de control del final de la T1, todo cantaba en bastos para mí. Pero la lluvia apareció y todos tuvimos que sufrir las desventuras de un IRONMAN pasado por agua. Al final acabe haciendo 5 horas 27 minutos 30 segundos. Este es el mejor tiempo que he realizado en el sector ciclista en un IRONMAN.
Como conté en la primera parte de mi experiencia en el IRONMAN de Regensburg, la lluvia hizo muy complicada y dura la sección de bicicleta. Yo observe dos caídas, la primera al poco de salir y la segunda al paso de una rotonda a la altura del kilometro 120.
En un principio salí sin el chubasquero puesto, pero pasados 20 kilómetros paré para ponérmelo, y fue la mejor decisión que tomé en toda la prueba, a partir de ese momento, comencé a mantener la temperatura corporal y a sentirme a gusto en la bicicleta.
La carretera no estaba peligrosa, lo peligroso era no tomar las precauciones necesarias en los tramos que se veían difíciles. Yo en los tramos de bajada o de curvas complicadas, me agarraba bien fuerte al manillar, y la verdad que no tuve ningún susto destacable.
Lo que si era peligroso era la lluvia directamente al impactar sobre las gafas o sobre la cara. Por esta situación, si que pase algún mal momento.
Durante un tramo de carretera muy recto, llovió como si fuera el fin del mundo, y el agua se me “pegaba” a las gafas, con lo que no me dejaban ver bien, con lo que tuve la idea de quitármelas, pero eso resulto no ser una buena solución. Porque esas gotas que anteriormente se pegaban en las gafas, ahora me impactaban directamente en los ojos, haciendo que llevara los ojos casi cerrados, y de nuevo no fuera fácil ver. Al final opte por lo menos malo, que fue ponerme las gafas y bajármelas un poco, con lo que me paraban las gotas y me permitían ver algo por encima de ellas.
Por el tema de la posición en la bici, solo puedo decir que acerté de lleno, no tuve ningún problema en la espalda y pude mantener la posición acoplado los 180 kilómetros. A partir del kilometro 120 toda la gente a la que adelantaba estaba agarrada al manillar, señal clara de que la posición que llevaban en la cabra era demasiado radical para poder mantenerla toda la prueba. A corto plazo la posición radical sobre la bici te da un plus, pero a la larga pierdes más de lo que ganas. Con lo que si tenéis idea de hacer alguna prueba y estáis jugando con el metro y la posición en la bici, yo os recomiendo que tengáis en mente la distancia a cubrir en la prueba y que lo que se gane al principio, se puede perder al final.
Como resumen, estoy contento con el sector ciclista que realicé, no tengo ningún “pero” y si muchos “bien” y entre ellos la elección de la bicicleta y la posición acoplada que conseguí en ella después de un mes y medio de pruebas y cambios.
Un saludo fuerte y nos vemos en la próxima entrada del IRONMAN de Regensburg!!!!!
Como conté en la primera parte de mi experiencia en el IRONMAN de Regensburg, la lluvia hizo muy complicada y dura la sección de bicicleta. Yo observe dos caídas, la primera al poco de salir y la segunda al paso de una rotonda a la altura del kilometro 120.
De IRONMAN REGENSBURG 2011 |
En un principio salí sin el chubasquero puesto, pero pasados 20 kilómetros paré para ponérmelo, y fue la mejor decisión que tomé en toda la prueba, a partir de ese momento, comencé a mantener la temperatura corporal y a sentirme a gusto en la bicicleta.
De IRONMAN REGENSBURG 2011 |
La carretera no estaba peligrosa, lo peligroso era no tomar las precauciones necesarias en los tramos que se veían difíciles. Yo en los tramos de bajada o de curvas complicadas, me agarraba bien fuerte al manillar, y la verdad que no tuve ningún susto destacable.
Lo que si era peligroso era la lluvia directamente al impactar sobre las gafas o sobre la cara. Por esta situación, si que pase algún mal momento.
Durante un tramo de carretera muy recto, llovió como si fuera el fin del mundo, y el agua se me “pegaba” a las gafas, con lo que no me dejaban ver bien, con lo que tuve la idea de quitármelas, pero eso resulto no ser una buena solución. Porque esas gotas que anteriormente se pegaban en las gafas, ahora me impactaban directamente en los ojos, haciendo que llevara los ojos casi cerrados, y de nuevo no fuera fácil ver. Al final opte por lo menos malo, que fue ponerme las gafas y bajármelas un poco, con lo que me paraban las gotas y me permitían ver algo por encima de ellas.
De IRONMAN REGENSBURG 2011 |
Por el tema de la posición en la bici, solo puedo decir que acerté de lleno, no tuve ningún problema en la espalda y pude mantener la posición acoplado los 180 kilómetros. A partir del kilometro 120 toda la gente a la que adelantaba estaba agarrada al manillar, señal clara de que la posición que llevaban en la cabra era demasiado radical para poder mantenerla toda la prueba. A corto plazo la posición radical sobre la bici te da un plus, pero a la larga pierdes más de lo que ganas. Con lo que si tenéis idea de hacer alguna prueba y estáis jugando con el metro y la posición en la bici, yo os recomiendo que tengáis en mente la distancia a cubrir en la prueba y que lo que se gane al principio, se puede perder al final.
De IRONMAN REGENSBURG 2011 |
Como resumen, estoy contento con el sector ciclista que realicé, no tengo ningún “pero” y si muchos “bien” y entre ellos la elección de la bicicleta y la posición acoplada que conseguí en ella después de un mes y medio de pruebas y cambios.
Un saludo fuerte y nos vemos en la próxima entrada del IRONMAN de Regensburg!!!!!
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