No me puedo resistir a dar mi opinión, respecto a la controversia levantada por como Alberto Contador se ha colgado el maillot amarillo en el Tour de France.
Los que no sepáis de que hablo, seguramente no seáis uno de esos locos de la bicicleta, entre los que yo me incluyo (y también meto a Alberto). Pero el problema ha sido el siguiente.
15ª Etapa de montaña con llegada a Bagneres de Luchon, Alberto Contador está a 31 segundos de Andy Schleck (Saxo Bank). Claramente Andy tiene que distanciar a Alberto, porque parece poca esa distancia para la contrarejol de 51 Kilómetros que hay el próximo sábado entre Bordeaux y Pauillac. Alberto es mejor contrarrelojista y Andy necesita al menos una diferencia de un minuto y medio para poder verse en lo mas alto del cajón en Paris. A los 8 segundos del segundo ataque de Andy en la subida al Port de Balès, en un momento en el que ve a Alberto encerrado en el pelotón sin capacidad de reacción inmediata, se le salta la cadena y se tiene que bajar de la bici para volver a meterla, perdiendo unos 50 segundos con los tres de cabeza que han continuado el ataque que él había iniciado Alberto, Menchov y Samuel Sánchez. Al final de la etapa, Alberto se coloca el maillot amarillo y no poco después empezaron a lloverle criticas por el método en el que se ha vestido tan deseada prenda.
Hay que recordar que Contador y otros corredores decidieron esperar por Andy Schleck en la segunda —y accidentada— etapa. Entonces, por la cabeza de ciclistas y aficionados planeó la siguiente pregunta: ¿habrían esperado por Contador si el madrileño fuese el perjudicado? Sea como fuere, el luxemburgués pudo empalmar con el pelotón y la carrera siguió contando entre los favoritos al podio de París con el corredor del Saxo Bank. Si los de adelante hubieran tirado, Schleck habría dicho adiós al Tour. Pero lo más gracioso es que un día después, el pavés (esos malditos y peligrosos adoquines) hizo estragos. El principal perjudicado fue, precisamente, el hermano de Andy, Frank Schleck, que dio con sus huesos en el suelo y tuvo que despedirse del Tour debido a una fractura de clavícula. Las caídas barrenaron el pelotón y Contador se quedó cortado, por detrás del grupo encabezado por Fabian Cancellara, Cadel Evans y el propio Andy Schleck, que imprimieron potencia a su plato como si les fuese la vida en ello. Y Contador perdió 1.13 minutos. ¿No debería haber esperado entonces Andy a Contador? o es que en ese caso si que se consideraron lances normales del juego.
La noticia que más me a gustado con respecto a esta polémica, ha sido las palabras del pentacampeón del Tour Bernard Hinault: "Claro que Contador hizo bien. No hay ninguna polémica. Es un problema mecánico y tal vez el Saxo Bank tenga que pararse a revisar el material, o igual deben decirle a Schleck que tiene que hacer porque no supo manejar el cambio". El mítico corredor francés concluyó haciendo referencia a las caídas y averías acontecidas en otras etapas: "En el pavés también hubo averías y nadie espero a nadie".
Espero que como yo, vosotros estéis disfrutando del presente Tour y que podamos ver a Alberto en lo mas alto en Paris.
Un saludo fuerte y "C'est le Tour".
Los que no sepáis de que hablo, seguramente no seáis uno de esos locos de la bicicleta, entre los que yo me incluyo (y también meto a Alberto). Pero el problema ha sido el siguiente.
15ª Etapa de montaña con llegada a Bagneres de Luchon, Alberto Contador está a 31 segundos de Andy Schleck (Saxo Bank). Claramente Andy tiene que distanciar a Alberto, porque parece poca esa distancia para la contrarejol de 51 Kilómetros que hay el próximo sábado entre Bordeaux y Pauillac. Alberto es mejor contrarrelojista y Andy necesita al menos una diferencia de un minuto y medio para poder verse en lo mas alto del cajón en Paris. A los 8 segundos del segundo ataque de Andy en la subida al Port de Balès, en un momento en el que ve a Alberto encerrado en el pelotón sin capacidad de reacción inmediata, se le salta la cadena y se tiene que bajar de la bici para volver a meterla, perdiendo unos 50 segundos con los tres de cabeza que han continuado el ataque que él había iniciado Alberto, Menchov y Samuel Sánchez. Al final de la etapa, Alberto se coloca el maillot amarillo y no poco después empezaron a lloverle criticas por el método en el que se ha vestido tan deseada prenda.
Hay que recordar que Contador y otros corredores decidieron esperar por Andy Schleck en la segunda —y accidentada— etapa. Entonces, por la cabeza de ciclistas y aficionados planeó la siguiente pregunta: ¿habrían esperado por Contador si el madrileño fuese el perjudicado? Sea como fuere, el luxemburgués pudo empalmar con el pelotón y la carrera siguió contando entre los favoritos al podio de París con el corredor del Saxo Bank. Si los de adelante hubieran tirado, Schleck habría dicho adiós al Tour. Pero lo más gracioso es que un día después, el pavés (esos malditos y peligrosos adoquines) hizo estragos. El principal perjudicado fue, precisamente, el hermano de Andy, Frank Schleck, que dio con sus huesos en el suelo y tuvo que despedirse del Tour debido a una fractura de clavícula. Las caídas barrenaron el pelotón y Contador se quedó cortado, por detrás del grupo encabezado por Fabian Cancellara, Cadel Evans y el propio Andy Schleck, que imprimieron potencia a su plato como si les fuese la vida en ello. Y Contador perdió 1.13 minutos. ¿No debería haber esperado entonces Andy a Contador? o es que en ese caso si que se consideraron lances normales del juego.
La noticia que más me a gustado con respecto a esta polémica, ha sido las palabras del pentacampeón del Tour Bernard Hinault: "Claro que Contador hizo bien. No hay ninguna polémica. Es un problema mecánico y tal vez el Saxo Bank tenga que pararse a revisar el material, o igual deben decirle a Schleck que tiene que hacer porque no supo manejar el cambio". El mítico corredor francés concluyó haciendo referencia a las caídas y averías acontecidas en otras etapas: "En el pavés también hubo averías y nadie espero a nadie".
Espero que como yo, vosotros estéis disfrutando del presente Tour y que podamos ver a Alberto en lo mas alto en Paris.
Un saludo fuerte y "C'est le Tour".
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